Es una exploración diagnóstica no invasiva que permite estudiar la actividad eléctrica de la corteza cerebral, colocando electrodos sobre el cuero cabelludo para medir las pequeñas fluctuaciones de voltaje mediante un equipo denominado electroencefalógrafo y grabar en video al paciente en forma simultánea y sincronizada; con la finalidad de revisar posteriormente la información en forma paralela; estos estudios para permiten detectar alteraciones en el funcionamiento cerebral.
Su uso se ha priorizado en la diferenciación de crisis convulsivas, síncope, detección de pseudocrisis, entre otras.