Es una exploración diagnóstica no invasiva que permite estudiar la actividad eléctrica de la corteza cerebral, colocando electrodos sobre el cuero cabelludo para medir las pequeñas fluctuaciones de voltaje mediante un equipo denominado electroencefalógrafo, durante un periodo de tiempo definido por el médico tratante, con la finalidad de aumentar la posibilidad de encontrar anomalías en el trazado electroencefalográfico, dicho estudio puede ser realizado despierto o dormido, en horas de la mañana o de la noche; dependiendo de la complejidad del caso, sus enfermedades concomitantes y sus antecedentes. Durante dicho estudio las activaciones y los estímulos se repiten varias veces de acuerdo a un protocolo establecido, permitiendo un estudio completo de la función cerebral.